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EL INGRESO DEL GRUPO LUKSIC AL MERCADO TELEVISIVO AUMENTARÁ LA COMPETITIVIDAD DE LA INDUSTRIA

La venta de canal 13 busca sanear una cuantiosa deuda que arrastra desde fines de los noventa.

Por Julio Rivera.

La compra de canal 13 por el grupo Luksic, supone un cambio en las reglas del juego. El gigante de Inés Matte Urrejola estuvo obligado durante décadas, por su misión de corte religioso, a mantener una parrilla programática conservadora que no le permitió enfocarse en el mercado, donde el rating manda y el contenido pocas veces importa, algo que le restó competitividad frente al resto de los canales.

A los dueños de Banco de Chile, CCU, y Minera Los Pelambres -entre otras inversiones-, no les entusiasma la idea de perder dinero, y se esperan reestructuraciones en los próximos meses que le devuelvan al canal la posición de privilegio que gozó por años. En cuarto lugar dentro de las señales nacionales abiertas, canal 13 aún conserva atributos que el medio reconoce, que lo podrían convertir en un buen negocio, credibilidad, confianza y cercanía.

EL SALVAVIDAS LUKSIC
Cuando en agosto, el rector de la Universidad Católica, Ignacio Sánchez, informó que el grupo Luksic adquiría el 67% de canal 13, reteniendo la casa de estudios el 33%, la industria televisiva nacional se remeció. Si bien eran de público conocimiento, la bancarrota que amenazaba desde hacía un buen tiempo a la estación televisora, y la búsqueda de un socio estratégico por parte de Sánchez para pasar la tormenta, nadie pensó que sería el grupo Luksic el salvavidas, sobre todo por los números rojos que muestran los balances, y que para un debutante en la industria televisiva podrían ser difíciles de dar vuelta. La deuda sobrepasaría los 55 millones de dólares, como reconoció el propio rector de la Universidad Católica.

Se espera que la próxima administración comience sus labores durante noviembre, primero deben concluir auditorias encargadas para ver la real situación financiera, conformar la sociedad anónima y nombrar el nuevo directorio. Sin embargo, el nombramiento de René Cortázar, un hombre experimentado en la industria, entrega señales del camino elegido por Luksic para conducir canal 13.

Cortázar, quien estuvo a cargo de la restructuración de TVN durante los noventa, logró convertir los números rojos -que la señal estatal mantuvo por años- en azules. Un modelo de parrilla programática equilibrada y un modelo de gestión basado en la independencia editorial, con un cuidado político, y una autonomía económica que le entregó tranquilidad en la toma de decisiones, logró situar a TVN como líder de la industria, y por sobre todo obtener ganancias después de mucho tiempo.

"Existía una contradicción permanente que nunca fue resuelta. El 13 no evolucionó ni desarrolló una adecuada percepción de los cambios que estaba sufriendo nuestra sociedad. La iglesia católica no permitió que el canal pudiera competir en igualdad de condiciones con el resto", señala Felipe Alarcón, comunicador audiovisual y profesor de medios de la Universidad Uniacc.
"Luksic quiere tener un canal que le vaya bien y que sea de calidad. Eso quiere decir calidad en la pantalla, en la gestión, y que sea rentable. Esto dentro de una industria que de ahora en adelante será muy competitiva, con cuatro actores fuertes y muy exigentes. La contratación de Cortazar es una prueba de lo que se quiere conseguir". Agrega Alarcón.

LA BATALLA QUE SE AVECINA

Con la venta de Chilevisión a Time Warner Company, perteneciente al magnate norteamericano Ted Turner, dueño de CNN, TNT y HBO entre otros canales, la televisión abierta verá una dura batalla por lograr una cierta hegemonía.

“La estrategia programática de Chilevisión hace rato que viene dando buenos resultados, pero durante los dos últimos meses se consolidó, elevando al canal privado al primer lugar de la sintonía, sobre los 9,5 puntos de rating”. Señala Andrés Salfate, crítico de televisión.

“Estamos comenzando el segundo semestre y es probable que los resultados mejoren con las adjudicaciones de Ligas Internacionales de Fútbol, de la selección chilena y del festival de Viña”. Concluye.

Con un nuevo actor en el mercado que puede pelear, ahora, bajo las mismas reglas, es probable que exista un reacomodo de los actores en la industria televisiva. Lo que provocaría un fragmentamiento de la audiencia, equiparando a los cuatro grandes, y elevando la competitividad de la industria.