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miércoles, 25 de mayo de 2011

Obama y la muerte de Osama Bin Laden

Análisis del liderazgo de Barack Obama en torno a la muerte de Osama Bin Laden


¿ES OBAMA UN LIDER COMUNICACIONAL?....Por Julio Rivera


INTRODUCCIÓN

BARACK HUSSEIN OBAMA

Abogado, cientista político y licenciado en Artes Liberales. Nace el 4 de agosto de 1961 en Honolulu, Hawái. Es el actual Presidente de los Estados Unidos de América y predecesor de George W. Busch. Asume su cargo el 20 de enero de 2009 y es el cuadragésimo cuarto presidente de su país.

Se graduó de abogado, con el título de Dr. en Jurisprudencia, en la Universidad de Columbia, en la escuela de Derecho de Harvard Law School. Especializándose en Relaciones Internacionales. Fue profesor de la escuela de Derecho constitucional en la Universidad de Chicago durante 12 años (1992-2004) y es el primer candidato afroamericano en ejercer el cargo presidencial.

Sus primeros logros llegan en la década de los 80´ tiempo en el cual Obama se desempeñaba como director del proyecto Developing Communities Project (DCP), una organización religiosa que poco a poco fue creciendo y viendo en él un líder organizacional y de opinión.

En 1992 fundó la organización de desarrollo de liderazgo juvenil conocida como Public Allies. En el 93 fue integrante de la junta de directores filantrópica Woods Fund of Chicago, y desde el 94 al 2002 participó activamente en la directiva de la fundación caritativa Joyce Fundation.

Una carrera política ascendente

En 1996 es elegido como Senador de Illinois. Durante su elección y posterior a ella recibió el apoyo bipartidista para reformar las leyes de ética y de asistencia sanitaria. Siendo éstas el comienzo de una carrera exitosa en proposiciones y leyes en pro del pueblo americano.

Liderando cargos y propuestas en el 2003 se convierte en el presidente del Health and Human Services Committee. Época en que los Demócratas celebraban su mayoría en la Cámara alta del Congreso, dejando atrás 10 años de minoría partidaria.

Hacia las presidenciales

Cuatro afroamericanos habían sido hasta el 3 de enero de 2005, senadores de los Estados unidos. Obama el 4 de enero de ese mismo año llega al senado siendo el quinto en la historia política de este país en hacerlo.

El CQ Weekly lo catalogaba en sus comienzos como un “demócrata leal”, y reafirmando lo antes dicho, el semanario National Journal lo posicionaba como el senador “más liberal”.

El 10 de febrero de 2007, Barack Hussein Obama, anunciaba su candidatura presidencial de los Estados Unidos de América. Queriendo convertirse así, en el primer candidato negro en asumir el mando del país más poderoso del mundo.

El primer desafío, de Obama fue vencer a Hilary Clinton en las primarias. Desatándose así una estrecha pelea entre ambos candidatos por representar al partido Demócrata. Finalmente el 3 de junio de 2008 superó en las votaciones a Clinton y ese mismo día pronunció su discurso en Saint Paul, Minnesota.

Pero la lucha por el “poder” continuaría. Obama debía vencer al candidato de la oposición (Republicano) John McCain. Capitán retirado de la Armada de los Estados Unidos (1981) y político desde 1982. Siendo reelecto por 3 periodos (1986-2004) como senador de EE.UU.

McCain con una trayectoria de años como político atemorizaba a los Demócratas. Empero, Obama fue certero. Estratega. Estuvo bien asesorado y ejerció el liderazgo en gran parte de los 3 debates presidenciales. Los cuales lo llevaron a conseguir una mayoría absoluta con el 64.9% de los votos electorales. Convirtiéndose así en presidente de United States of America.

DESCRIPCIÓN

Obama y Osama. Una lucha de poderes.

No sólo la fonética los asimila. También su ejercicio del poder. Por una parte tenemos a Osama Bin Laden, líder de la red terrorista más grande en el mundo que contempla sólo en Afganistán a más de 15 mil militantes. Y con miles de seguidores en lugares tan diversos como Arabia Saudí, Yemen, Chechenia, Libia, Bosnia y las filipinas. Y por otro a un líder que desde sus inicios se vio comprometido con el pueblo americano. Caritativo, humano y sencillo. Pero con un poder de destrucción más amplio que la bomba de Hiroshima (6 y 9 de agosto de 1945).

Bin Laden que significa hijo de Laden, perteneció a la elite Afgana. Siendo su padre uno de los empresarios más ricos del país y sirviendo estas riquezas para la configuración y posterior expansión de la red AlQaeda.

La “carrera” terrorista de Laden tan fina como una profesión ejecutiva, parte con la configuración de esta red, a finales de 1988 y principios del 89. El grupo terrorista, denominado por algunos medios del mundo (New York Times; British Broadcasting Corporation; Al Jazeera) protagonizó varios atentados por el mundo. Adjudicándose el atentado de coches bomba en Arabia Saudí en 1996. El asesinato a turistas en Egipto en 1997. Los atentados a la embajada estadounidense en Kenia y Tanzania en 1998. Y el atentado –que por lo demás nunca se comprobó si fue AlQaeda- a las torres gemelas y el Pentágono el 11 de septiembre de 2001.

Obama, por su parte, y como dato. El día del atentado, impartía clases en la Universidad de Chicago como profesor de Derecho. Y paralizaba éstas para ver como caía el imperio militar de Estados Unidos. En aquel tiempo, ocupaba un cargo público. Era Senador reelecto por tercera vez (1996/1998/2002) de Illinois.

La búsqueda de Osama Bin Laden, posterior al 11S fue totalmente infructuosa. Se dio con varios de lo lideres talibanes pero de Osama, Estados Unidos, no sabía nada. Muchos pensaron que había arrancado hacia tierras pakistaníes pero con el correr del tiempo la información era menos clara. Fuentes externas a la red comentaban que Laden sufría de los riñones y se encontraba debilitado incluso 2 ó 3 meses antes del atentado. Frente a esto se llegó a la hipótesis de que habría muerto un año después (2002) de cáncer a los riñones. Sin embargo AlQaeda desmentía la muerte del líder y sostenía que se encontraba protegido en el Medio Oriente.

En el 2007 la Primer Ministro musulmán de Pakistán, Benazir Bhutto realimentaba la hipótesis de que Laden había muerto, pero no de una enfermedad, sino que habría sido asesinado por Ahmed Saeed Sheikn. Sin embargo la BBC suprimió de la entrevista esos dichos y meses despúes (27 de diciembre) Bhutto fue asesinada en una marcha del PPP (Partido Popular de Pakistán) dos semanas antes de las elecciones donde lideraba las encuestas.

Pero todas estas presunciones se derrumban cuando el 25 de marzo de 2010 Osama Bin Laden reaparece en un audio emitido por la cadena de televisión qatarí Al Jazeera, en la cual le advertía a Estados Unidos que si ejecutaban a Khalid Sheikh Mohammed, supuesto cerebro de los atentados de la red. Al Qaeda ejecutaría a todos los estadounidenses en su poder.

Es aquí donde me detengo y comienzo a analizar el liderazgo de Obama por sobre Osama y por sobre la inteligencia Estadounidense.

Obama desde sus inicios como Demócrata. Desde su elección a senador y hasta el día de hoy es considerado como un líder carismático y humanista. No sólo por ser el presidente de Estados Unidos, sino por su capacidad de abordar los temas trascendentales de ese país.

Sin embargo el botón rojo, al alcance de su mano, está más latente que nunca.

Es así como nos podemos preguntar: ¿Es Obama un líder? ¿Ejerce el liderazgo en un país ya líder?

Pueden surgir muchas interrogantes pero una cosa si podemos afirmar. Obama hoy sí ejerce liderazgo. Y no sólo eso. Lo ejerce a través del poder. Y la muerte de Osama no sólo lo ha levantado en las encuestas populares, que lo tenían con menos del 50% de aprobación, también lo han hecho a nivel regional.

Desde hacia una década que el líder terrorista era buscado por cielo, mar y tierra y era totalmente necesario matarlo. Es por eso que las fuerzas especiales de EE.UU. le dieron fin a esta historia e informaron que el cuerpo del fallecido por un impacto de bala en el pecho y otro en la cabeza era lanzado al mar, como rito de la religión islámica con los que parten.

Es así como Obama se para frente al pueblo americano y al mundo como un líder fuerte, capaz de aguantar, corregir y sobrellevar riesgos.

Durante los dos años de Gobierno del demócrata la percepción de la gente fue siempre que era un gran comunicador más que un líder de opinión/masas. Eso hoy es distinto. Tanto así que Obama ya ha declarado su reelección presidencial.

Andrew Kohut, presidente del Centro de Investigaciones Pew, en una entrevista realizada por el diario digital “Hoy” (http://www.hoy.com.do/el-mundo/2011/5/6/374365/El-nuevo-Obama-Un-lider-fuerte) comenta que Obama arremete con un liderazgo fuerte y enérgico: "Lo que sucedió, puede promover la impresión de que es un líder fuerte y enérgico, y ese puede ser un beneficio duradero".

¿Cómo ejemplificar al nuevo Obama LIDER y su figura representativa en la historia de EE.UU.? Para ello revisaremos su declaración, a grueso modo, sobre la muerte de Osama bin Laden.


DISCURSO PRESIDENCIAL

LA CASA BLANCA, 2 de mayo 2011, Salón Este


EL PRESIDENTE: Buenas noches. Esta noche, le puedo reportar al pueblo estadounidense y al mundo que Estados Unidos realizó un operativo que eliminó a Osama bin Laden, el líder de Al Qaida, y un terrorista que es responsable por el asesinato de miles de hombres, mujeres y niños inocentes.

Fue hace casi 10 años que el peor ataque contra el pueblo estadounidense en nuestra historia ensombreció un asoleado día de septiembre. Las imágenes del 11 de septiembre están grabadas en nuestra memoria nacional: los aviones secuestrados que se abrían paso en el cielo despejado de septiembre; las Torres Gemelas que se desplomaban; el humo negro que salía del Pentágono; los escombros del vuelo 93 en Shanksville, Pensilvania, donde los actos de ciudadanos heroicos evitaron incluso más dolor y destrucción.

Sin embargo, sabemos que las peores imágenes son las que el mundo no pudo ver. El asiento sin ocupar durante la cena. Los niños que se vieron forzados a crecer sin madre o padre. Los padres que nunca sabrían lo que se siente al ser abrazados por un hijo. Casi 3,000 ciudadanos que nos fueron arrebatados, dejándonos un gran vacío en el corazón.

El 11 de septiembre, 2001, en nuestro tiempo de dolor, el pueblo estadounidense se unió. Les ofrecimos una mano a nuestros vecinos y les ofrecimos sangre a los heridos. Afianzamos los vínculos en común y nuestro amor por comunidad y patria. Ese día, independientemente de nuestro origen, el Dios al que oramos o nuestra raza u origen étnico, nos unimos como una familia estadounidense.

También nos unimos en nuestra determinación de proteger a nuestra nación y llevar ante la justicia a quienes cometieron este brutal ataque. Pronto nos enteramos de que los atentados del 11 de septiembre fueron perpetrados por Al Qaida, una organización encabezada por Osama bin Laden que había declarado guerra abierta contra Estados Unidos y estaba dedicada a matar a inocentes en nuestro país y alrededor del mundo. Por lo tanto, fuimos a la guerra contra Al Qaida para proteger a nuestros ciudadanos, nuestros amigos y nuestros aliados.

En los últimos 10 años, gracias a la labor incansable y heroica de nuestras Fuerzas Armadas y nuestros profesionales dedicados a combatir el terrorismo, alcanzamos grandes logros en ese esfuerzo. Frustramos ataques terroristas y reforzamos la defensa de nuestro territorio. En Afganistán, echamos del gobierno a los talibanes, quienes les habían dado refugio y apoyo a bin Laden y Al Qaida. Y en todo el mundo, colaboramos con nuestros amigos y aliados para capturar o matar a decenas de terroristas de Al Qaida, incluidos varios que tomaron parte en el complot del 11 de septiembre.

Sin embargo, Osama bin Laden evitó su captura y escapó al cruzar la frontera entre Afganistán y Pakistán. Mientras tanto Al Qaida continuó operando a lo largo de esa frontera y por medio de sus filiales en todo el mundo.

Entonces, poco después de asumir el cargo, le ordené a Leon Panetta, director de la CIA, que le diera máxima prioridad a la eliminación o captura de bin Laden en nuestra guerra contra Al Qaida, incluso mientras continuábamos nuestros esfuerzos más extensos por desestabilizar, desmantelar y vencer a su red.

Luego, en agosto, tras años de trabajo esmerado por miembros de nuestros servicios de inteligencia, fui informado de pistas posibles a bin Laden. No había certeza al respecto, y tomó muchos meses seguirlas hasta el final. Me reuní repetidamente con mi equipo de seguridad nacional a medida que obteníamos más información sobre la posibilidad de haber localizado a bin Laden, quien se escondía en un complejo al interior de Pakistán. Y finalmente, la semana pasada decidí que contábamos con suficiente información para actuar y autoricé un operativo para capturar a Osama bin Laden y llevarlo ante la justicia.

Hoy, bajo mis órdenes, Estados Unidos, lanzó un operativo contra el complejo en Abbottabad, Pakistán. Un pequeño grupo de estadounidenses llevó a cabo el operativo con extraordinaria valentía y capacidad. Ningún estadounidense resultó herido. Procuraron evitar bajas de civiles. Tras un tiroteo, eliminaron a Osama bin Laden y tomaron custodia de su cadáver.

Durante más de dos décadas, bin Laden ha sido el líder de Al Qaida y su símbolo, y ha continuado planeando ataques contra nuestro país y nuestros amigos y aliados. La muerte de bin Laden representa el logro más significativo hasta la fecha en los esfuerzos de nuestro país por derrotar a Al Qaida.

Sin embargo, su muerte no representa el fin de nuestros esfuerzos. No hay duda de que Al Qaida continuará planeando ataques contra nosotros. Dentro del país y en el extranjero, debemos seguir alerta, y así lo haremos.

Al hacerlo, también debemos reiterar que Estados Unidos no está –y nunca estará– en guerra contra el Islam. He dejado en claro, como lo hizo el Presidente Bush poco después del 11 de septiembre, que nuestra guerra no es contra el Islam. Bin Laden no era un líder musulmán; era un asesino en masa de musulmanes. De hecho, Al Qaida ha matado a muchos musulmanes en muchos países, incluido el propio. Entonces, su desaparición debe ser bienvenida por todos aquellos que creen en la paz y dignidad humana.

En el transcurso de los años, he dicho clara y repetidamente que tomaríamos medidas dentro de Pakistán si nos enterábamos de dónde estaba bin Laden. Eso es lo que hemos hecho. Pero es importante señalar que nuestra cooperación con Pakistán para combatir el terrorismo nos ayudó a localizar a bin Laden y el complejo donde se escondía. De hecho, bin Laden también había declarado la guerra contra Pakistán y ordenado ataques contra paquistaníes.

Esta noche, llamé al Presidente Zardari, y miembros de mi equipo también han hablado con sus homólogos paquistaníes. Concuerdan en que es un buen e histórico día para ambos de nuestros países. Y de ahora en adelante, es esencial que Pakistán continúe sumándose a nosotros en la lucha contra Al Qaida y sus afiliados.

El pueblo estadounidense no escogió participar en esta lucha. Llegó a nuestras costas y se inició con la matanza sin sentido de nuestros ciudadanos. Después de casi 10 años de servicio, lucha y sacrificio, bien conocemos el precio de la guerra. Estos esfuerzos pesan sobre mí cada vez que, como Comandante en Jefe, debo firmar una carta a una familia que ha perdido a un ser querido o mirar a los ojos a un miembro de las Fuerzas Armadas que ha sido herido gravemente.

Entonces, los estadounidenses entienden el precio de la guerra. Sin embargo, como país, nunca toleraremos que se amenace nuestra seguridad ni nos quedaremos cruzados de brazos cuando se mate a nuestra gente. Defenderemos implacablemente a nuestros ciudadanos y nuestros amigos y aliados. Seremos fieles a los valores que nos hacen quienes somos. Y en noches como esta, podemos decirles a aquellas familias que han perdido a seres queridos debido al terrorismo de Al Qaida: Se hizo justicia.

Esta noche, les damos las gracias a innumerables profesionales de inteligencia y antiterrorismo que han trabajado incansablemente por lograr estos resultados. Los estadounidenses no ven su labor ni saben sus nombres. Pero esta noche, sienten la satisfacción de su trabajo y el resultado de su búsqueda de justicia.

Les damos las gracias a los hombres que realizaron este operativo, pues ejemplifican el profesionalismo, patriotismo y valentía sin igual de quienes están al servicio de nuestra patria. Y son parte de una generación que ha sobrellevado la mayor parte de la carga desde ese día de septiembre.

Finalmente, permítanme decirles a las familias que perdieron a seres queridos el 11 de septiembre que nunca hemos olvidado su pérdida, ni flaqueado en nuestro compromiso de asegurarnos de hacer lo necesario para impedir otro ataque a nuestro territorio.

Y esta noche, recordemos el espíritu de unidad que prevaleció el 11 de septiembre. Sé que a veces se ha debilitado. Sin embargo, el logro de hoy es prueba de la grandeza de nuestro país y la determinación del pueblo estadounidense.

La causa de velar por la seguridad de nuestro país no está completa. Pero esta noche, se nos recuerda nuevamente que Estados Unidos puede hacer todo lo que se propone. Ese es el tema de nuestra historia, ya sea en la búsqueda de prosperidad para nuestro pueblo o la lucha por la igualdad para todos nuestros ciudadanos; nuestro compromiso de defender nuestros valores en el extranjero y nuestros sacrificios por hacer el mundo un lugar más seguro.

Recordemos que podemos hacer estas cosas no solamente debido a riqueza o poder, sino debido a lo que somos: una nación al amparo de Dios, indivisible, con libertad y justicia para todos.

Gracias. Que Dios los bendiga. Y que Dios bendiga a Estados Unidos de Norteamérica.

Link:http://iipdigital.usembassy.gov/st/spanish/texttrans/2011/05/20110502111148x0.3299633.html#axzz1Mv0mgEYG



APRENDIZAJE

Las declaraciones de Obama el pasado 2 de mayo, marcaron un antes y un después en la carrera política del demócrata. Pasó de ser un gran comunicador a un líder comunicativo. Es decir, lo que siente, piensa y cree hoy se hace. La adjudicación de la muerte de Laden, hacen creer aún más en esta nueva cara al mundo, que presenta Barack.

Hoy, bajo mis órdenes, Estados Unidos lanzó un operativo contra el complejo en Abbottabad, Pakistán. Un pequeño grupo de estadounidenses llevó a cabo el operativo con extraordinaria valentía y capacidad. Ningún estadounidense resultó herido. Procuraron evitar bajas de civiles. Tras un tiroteo, eliminaron a Osama bin Laden y tomaron custodia de su cadáver” concluía el presidente estadounidense.

“Un líder no es el que manda” argumenta el Dr. en Comunicación Estratégica Jorge Watson, un líder es el que cambia el esquema, el presenta algo nuevo. Y resulte o no su acción ya está inserto en el liderazgo.

Es así como se mostró Obama y es así como le dieron lectura los países del globo. Reafirmando su liderazgo y credenciales en seguridad nacional.


CONCLUSIONES GENERALES

Decir que Osama Bin Laden no era un líder, sería una falacia.

Creó su propio imperio/movimiento con recursos personales. Se expandió a cuanto pueblo pudo y generó una tensión constante con Estados Unidos. Si ha muerto o no, es difícil saberlo. Si con su muerte se desarticulará Al Qaeda, aún no está claro. Pero el liderazgo existió. Negativamente para los ojos del mundo, pero positivamente para él.

Pero sin duda, quien ganó con la muerte de Laden, no es el ejercito Estadounidense. No son los casi 200 millones de Americanos. Sino, Mr. Barack Hussein Obama, quien obtiene los créditos necesarios para sentirse y ser líder.

Es importante rescatar que dentro del operativo realizado por las fuerzas especiales de estados unidos, Obama ya tenía información del “posible” paradero de Osama desde agosto del año 2010. Reafirmando esa teoría en marzo de éste año. Y aún así cada información o dato adicional sobre el hombre más buscado del planeta se mantenía en extremo resguardo. Dejando entrever que la capacitación de Obama a nivel estratégico era superior a la esperada por los pueblos que observaban al mandatario, como un personaje “nice”.

Por lo mismo y sin lugar a duda, Obama es un líder. Y tal como lo mencionamos en un comienzo, no sólo es un líder. Ejerce el liderazgo y lo hace con poder.

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