Barrio Italia

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PASTELES, CAFÉ Y LITERATURA

Por julio Rivera

En el café Bovary, podemos acompañar un trozo de torta con uno de los variados libros que hay a disposición de los clientes, o con una exposición de cuadros sin tener que pagar aparte.

Isabel Larraín, dueña del Café Bovary, critica la ley antitabacos, los viejos anticuados y la globalización. Pero ama algo… ¡Su Barrio y su gente!

La especialidad de su local son las tortas y pasteles, aunque también, hace almuerzos caseros. La particularidad es que mientras esperamos nuestro pedido, podemos coger un libro para leerlo, y quedarnos incluso la tarde entera allí terminándolo.

“Pronto vamos a comenzar a legislar hábitos y costumbres” afirma Isabel Larraín, dueña del café Bovary. Lo que en inicio comenzó –en teoría- como una pastelería, hoy es un café donde se exponen pinturas y libros.

La ley antitabaco no le permite optar por ser un local de fumadores o de no-fumadores, como es el caso de los establecimientos de menos de 100 metros cuadrados. La razón es que tiene una vitrina donde expone alimentos (tortas y pasteles). Isabel, que nació en Concepción, es fumadora de años. La mayoría de sus clientes, quienes van a tomarse un café o a almorzar, también lo son. Pero ella afirma que “cuando uno decide hacer las cosas con todas la de ley, hay que acatar. Fácil me resultaría poner un clandestino y no pagar contribuciones, pero eso no es lo que quiero para mi trabajo”.

Isabel sentencia que “cada uno debe decidir si tener buena salud. Hasta cuándo nos dicen qué hacer. Nos llenan de reglas y prohibiciones. Ya verás que pronto nos van a decir incluso cuándo debemos tener sexo. Vivimos en un régimen dictatorial (sic)”

Isabel Larraín es dueña del café junto a su hermana, Ana María Larraín. Isabel, estudió literatura en la universidad Arcis en plena época de dictadura militar. El local, sin ser derechamente un café literario, tiene una repisa con libros que están a disposición del público. También tiene cuadros que están a la venta, repartidos en los dos ambientes del café y son todos de un mismo autor. Ella recibe propuestas de pintores, y sin cobrarles, entrega sus dependencias para que expongan su obra. Tampoco recibe comisión en caso de una eventual venta. Cada dos meses, aproximadamente, cambia de expositor. Actualmente están en sus murallas obras de Natacha Campos, y el valor éstas varía entre los $76.000 y los $390.000.

Los precios y el ambiente

El almuerzo es casero. Se hace todos los días y está listo a las 12:30 horas. Lo que sobra, se bota. La “hora pick” de gente es justamente ésta. Día a día se venden entre 60 y 90 almuerzos. Los precios de cada uno varían entre los $1600 y los $2900. Cada día hay un nuevo menú, más una alternativa. También hay un plato vegetariano que generalmente es una hamburguesa de carne de soya con agregados. El trozo de torta, en tanto, cuesta $1.100. El de kuchen, $950. La más torta pedida es la “Torta Napoleón”. Está hecha a base de panqueque, nuez y manjar. Su valor es de $14.000 y alcanza para 20 personas.

Esencial, dice Isabel, es que un café vaya acompañado de música. Lo que más tocan es jazz y sus derivados. Pero si alguien quiere escuchar algo distinto, es cuestión de que lleve un CD de su artista preferido y pedir que lo pongan.

El lugar consta de dos ambientes. Sus paredes amarillas y techo blanco, hacen de él, un lugar único en el barrio.

“cuando comenzamos a decorarlo empecé a recordar mi infancia y mi casa. Muchas cosas que hay en este lugar son objetos de valor sentimental de nuestra familia. Y eso llevó a que la gente que viene a este lugar se sienta como en casa”. Comenta Isabel.

El café Bovary está ubicado en Julio Prado 1242, en la comuna de Providencia. Esto es a la altura de Salvador con Santa Isabel. En pleno corazón del Barrio Italia.

El promedio de edad de la gente es de 25 a 45 años. Muchos estudiantes que están terminando sus carreras o haciendo sus memorias van habitualmente. Está abierto de 8 a 20 horas de lunes a viernes. Los sábados el horario es de 10 a 20 horas. El domingo está cerrado.

El nombre

El nombre del café proviene del libro “Madame Bovary”, del francés Gustave Flaubert. Isabel eligió a Madame Bovary, porque a su juicio “es la primera mujer en la literatura mundial que tiene actitudes polígamas, y eso marcó un cambio social fuerte. En 1857 –año en que se publicó el libro- esta era un actitud vista sólo en hombres”.

De hecho, Gustave Flaubert tuvo que ganar un proceso legal para publicar su libro, ya que fue acusado con atentar a la moral. Dentro del mundo de la literatura, surgió el concepto de Bovarismo, para representar el cambio que hubo sobre la percepción idealizada de la mujer que dejó el Romanticismo. Hoy entonces, Isabel y su café, llevan 7 años rindiéndole honra a la obra del francés.

Julio prado #1242, Providencia

56 + 2 + 2257147

www.cafebovary.cl